TUVE UNA GATA GRIS
como de Angora,
yo era su dueño
y ante mí dejaba
su oficio de tigresa,
para ver cada noche la novela
se encaramaba en mi regazo,
atenta,
sucumbía en un sueño sigiloso.
Su muerte fue el preludio de las cosas
que cambian para siempre,
muchas cosas cambiaron
y la muerte
dejó de ser ajena.
Yo no pude asistirla en su agonía,
no estaba listo,
no podía,
no quise
saber cómo enterrarla,
y abandoné a mi padre en la tarea,
y él me ha contado ahora los detalles,
y he llorado por fin aquella muerte
que preferí olvidar mientras crecía.
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Publicado por Eduardo Mesa
La Habana, 1969. Ha publicado "El bronce vale y otras crónicas" (Editorial Silueta, 2011 y "Cuaderno para el viaje" (Editorial Silueta, 2017). Es coautor de la compilación "Homenaje a Pedro Claro Meurice Estiú" (Editorial Silueta, 2012). Fue fundador de la revista Espacios, dedicada a promover la participación social del laico. Coordinó la revista Justicia y Paz, Órgano Oficial de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba y el boletín Aquí la Iglesia. Formó parte de los consejos de redacción de las revistas Palabra Nueva y Vivarium. Ganador de los premios de poesía Ada Elba Pérez y Juan Francisco Manzano. Ha colaborado con las revistas Convivencia y Conexos. Edita el blog Fe de Vida, donde trata temas relacionados con la fe, la sociedad y la cultura. Tiene en proceso de edición el libro “Crónicas de una fe”.
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